El Órgano Ibérico en el siglo XVIII: danzas, versos y sonatas

DANZAS

Canción a dos clarines – Villanos – Danza del acha – Pasacalles 1 y 2 de primer tono FRAY ANTONIO MARTÍN Y COLL (1650 – 1734)

Entrada de primer tono – Xacara FRAY BENITO DE OLAGÜE (1652 – 1722)

Tocata pastoril ANTONIO MESTRES (s. XVIII)

VERSOS

Verso de cuarto tono – Tres versos de primer tono RAFAEL ANGLÉS (1730-1816)   

SONATAS

Sonata 6 en Do M. CARLOS SEIXAS (1704 – 1742)

Sonata de quinto tono CARLOS BAGUER (1768–1808)

Sonata en Ré MATEO ALBÉNIZ (1755 – 1831)

Sonata para clarines ANTONIO SOLER (1729–1783)

ALEJANDRA ESCOLANTE, órgano histórico de 1607

Entre lo divino y lo danzante, un viaje sonoro por el barroco hispánico.

El órgano ibérico del siglo XVIII representa una de las cúspides del arte organístico europeo, tanto por su construcción única como por el repertorio que generó. Dotado de una personalidad sonora inconfundible —con registros como el de clarines, horizontales y vibrantes, y una riqueza tímbrica pensada para dialogar con el espacio arquitectónico—, este instrumento se convirtió en un protagonista esencial de la vida musical y espiritual de la península.

Este programa propone un viaje por tres dimensiones esenciales de ese repertorio: la danza, el verso y la sonata. Cada una de ellas revela una faceta distinta del órgano: su vitalidad popular, su función litúrgica y su ambición formal como instrumento de concierto. Desde el bullicio rítmico de los pasacalles y villanos hasta la sobriedad contemplativa de los versos litúrgicos, y culminando con la arquitectura sonora de las sonatas, esta selección traza un retrato sonoro de un instrumento que no solo acompañó la liturgia, sino que también reflejó la sensibilidad estética y espiritual de toda una época.

La elección de obras —firmadas por compositores activos en España y Portugal— revela la diversidad estilística de un repertorio tan rico como poco explorado fuera de los ámbitos especializados. Este concierto invita a redescubrir esa tradición viva: la del órgano como un puente entre lo popular y lo sagrado, entre el gozo terrestre y la aspiración celestial.

I. Danzas del aire y del pueblo

Esta primera parte nos introduce en el repertorio más vivo y popular del órgano ibérico: las danzas. “Del aire” alude a la música que flota en el espacio del templo, ejecutada con los registros agudos del órgano —especialmente los clarines—, mientras que “del pueblo” hace referencia a los ritmos y formas de raíz popular: villanos, xácaras, pasacalles.

Fue un monje franciscano, José Antonio Martín y Coll (1650–1734), quien recogió en sus famosos cuadernos una rica variedad de piezas que combinan lo devocional y lo profano. En sus Canciones a dos clarines, la Danza del acha, los Villanos y los Pasacalles, el órgano imita a conjuntos populares, aportando color y energía al entorno litúrgico.

Con un estilo vivaz y teatral, las piezas del agustino Fray Benito de Olagüe (1652–1722), particularmente la Entrada de primer tono y la Xácara, revelan una clara afinidad con la música popular, revestida de ornamentos barrocos y vitalidad rítmica.

Desde Cataluña, Antonio Mestres aporta una Tocata pastoril llena de libertad expresiva, con secciones contrastantes que aprovechan al máximo la riqueza tímbrica del órgano barroco ibérico. La evocación del sonido de la gaita nos lleva al ambiente pastoril que da nombre a esta tocata.

II. El órgano en la liturgia: contemplación y eco sacro

Esta sección muestra al órgano en su papel más espiritual y litúrgico: el de los versos, breves interludios instrumentales que alternaban con el canto gregoriano en los oficios. Su carácter introspectivo invitaba a la meditación, haciendo del órgano una voz que prolonga el rito en el espacio sagrado.

En la Catedral de Valencia, Rafael Anglés (1730–1816) cultivó un estilo sobrio y elegante, influido por el clasicismo, que se adapta perfectamente a la función litúrgica del órgano. Alterna Versos que invitan a la meditación espiritual, de líneas austeras y serenas, con otros más vivos,  mostrando un equilibrio entre contemplación litúrgica y riqueza expresiva.  

III. Sonatas para un reino sonoro

La forma sonata, que en el siglo XVIII se volvió emblema del lenguaje instrumental, encuentra en el órgano ibérico un vehículo ideal para desplegar contrastes, estructuras y afectos. Estas obras, más extensas y desarrolladas que los versos o danzas, reflejan la transición del barroco al clasicismo y revelan un mundo de posibilidades tímbricas.

El portugués Carlos Seixas (1704–1742), heredero de la tradición de Scarlatti, nos ofrece con su Sonata nº 6 en Do mayor una breve pieza en el estilo galante: escritura limpia, encanto melódico y ligereza expresiva.

Figura clave del clasicismo en Cataluña, Carlos Baguer (1768–1808) equilibra en su sonata la influencia italiana con una sensibilidad netamente hispánica. Su música, de líneas claras y discurso fluido, revela un dominio sobrio de la forma.

Más al norte, en el País Vasco, Mateo Albéniz (1755–1831) escribió su célebre Sonata en Re, una pieza breve y luminosa que se ha convertido en una de las más interpretadas del repertorio español para teclado.

Finalmente, Antonio Soler (1729–1783), monje jerónimo en El Escorial y discípulo de Scarlatti, cierra el programa con una Sonata para clarines repleta de virtuosismo, giros armónicos inesperados y un despliegue espectacular del órgano ibérico en toda su gloria.

Alejandra Escolante

Alejandra Escolante inició sus estudios musicales en el Conservatorio Superior de Música de A Coruña donde cursó los grados superiores de Piano, Música de Cámara, Solfeo y el nivel elemental de violín. Paralelamente obtuvo el diploma en Ciencias Económicas. Estudia con los pianistas Lida Stratulat (en Oviedo), Anna Mirzoyan y Alexander Gold. Su formación es una constante, realizando innumerables cursos entre los que destacan los de posgrado de Alcalá de Henares. Recibió clases magistrales de Almudena Cano, Irina Zariskaia, Josef Colom, José Luis G. Uriol, Juan de la Rubia…

Debido a su interés por la música antigua, inició estudios de órgano con Bruno Forst en 2006, continuando con la profesora Marisol Mendive. en el Conservatorio Superior de Ourense y con Alicia Alcaina la especialidad de clave. Colabora activamente en ciclos de órgano y su promoción didáctica, como Ciclo Olladas, XXX Ciclo de Órgano en Xunqueira de Ambía, Ciclo Conmemorativo en San Miguel dos Agros, diferentes ediciones de la Exposición didáctica del Órgano Ibérico de la Capilla de la Real Confraría das Ánimas y el ciclo Lugares e Órganos (As Donas, Cuarteto Alicerce, Quinteto Invento…), visitas a órganos compostelanos, colaboración en la serie documental Corpo de vento, etc. Promoción de diversas actividades culturales y musicales en Compostela (Jornadas de órgano Mariano Tafall, Ciclo de Cámara Hilario Cortesano, Jornadas Didácticas…). Oficial de carrera en el Cuerpo de Educación Secundaria y de Música y Artes Escénicas, desde 2005 ejerce la docencia como pianista acompañante en el Conservatorio Profesional de Música de Santiago de Compostela.