El gusto de la hermosa. Música de bayle para violín en la España de 1770

1. SINFONÍA Y PRIMER BAYLE

El gusto de la hermosa

Real Casamiento

La princesa de Asturias

La Gentil

Los Gustos y Humor de Malaga

2. UNA RONDA DE MINUETOS

Minuet

Minuet de Orinda Hermosa

Minuet

(sin título)

Minuet

3. SEGUNDO BAYLE

Besame aprisa que biene mi madre

Minuet del mariscal Dau

La petita galopada

Malditas sean las Guerras

Minué olandés

4. TERCER BAYLE

Alemanda nueva

Minué de la casa de Comedias

Las Ilanderas

La desdeñosa

Airosa

5. CUARTO BAYLE Y FINAL

La Alemanda

La pestaña

El buen Gusto

La pasqualina

La inconstante

Piezas extraídas del Libro de piezas de danza para violín solo o a dúo, de 1770. Música manuscrita conservada en la Biblioteca Nacional de España (MC/4824/2).

VIAGGIO DA VENEZIA A AMSTERDAM

Jesús Martín, violín barroco

La danza, a lo largo de la historia, ha sido imprescindible en el desarrollo cultural y en la vida social tanto de las clases nobles como de las populares. En el siglo XVII, la danza noble, que hasta ese momento había sido interpretada por los mismos cortesanos, tomó un camino de profesionalización con la creación de la Real Academia de la Danza por el rey Luis XIV de Francia. Este hecho propició la codificación de la danza en un sistema de notación similar a las partituras musicales, lo que a su vez permitió la difusión de la danza no solo entre profesionales, sino también entre los espectadores y aficionados.

A lo largo de todo el siglo XVIII se publicaron en toda Europa numerosos recopilatorios de bailes (en notación para la danza), en primer lugar, de origen escénico para ser interpretados por los aficionados en sus domicilios y, en segundo lugar, de danzas de carácter más social que ya se interpretaban en el siglo XVII como podían ser las alemandas y otras danzas pertenecientes a las suites barrocas que los nobles bailaban en sus fiestas, o las contradanzas, rigodones y minuetos que acabaron por convertirse en los bailes más interpretados del siglo gracias a su sencillez.

Un amplio abanico de estas danzas, así como la manera de bailarlas, fue publicado mediante un sinfín de tratados de danza en España. Entre todos ellos destacan los tratados de Pablo Minguet e Yrol como Arte de Danzar a la Francesa (1737) o Breve tratado de los pasos del danzar a la española (1764), el de Bartholome Ferriol y Boxeraus Reglas Utiles para los Aficionados a Danzar (1745) o, ya de finales de siglo el Tratado De Recreacion Instructiva Sobre La Danza (1793) de Felipe Roxo de Flores. A estos se unen distintos recopilatorios de danzas, y especialmente contradanzas, como el de Benito Monsort publicado en 1769, el de José Marset (1774) o Joachin Ibarra (1775).

En el siglo XVIII destacó la figura del “violín de bailes”, músico encargado de acompañar los ensayos de danza tanto en el ámbito teatral escénico como en las academias de baile para el pueblo, por lo que la gran mayoría de fuentes musicales de estas danzas sociales conservadas consisten en partituras para violín solo. El violín desde el siglo XVII estuvo estrechamente vinculado a la danza. La Capilla Real de los reyes de España, por ejemplo, tuvo desde 1635 siete violines y dos violones vinculados a la interpretación de las danzas.

El interesante programa que hoy se presenta es una muestra de esta larga y rica tradición de música de baile para violín. Todas las obras que componen el programa proceden del manuscrito Libro de piezas de danza para violín solo o a dúo, fechado en 1770 y conservado en la Biblioteca Nacional de España. Algunas de las piezas interpretadas corresponden a algunas de las danzas más representativas del siglo XVIII español.

Inés Turmo Moreno, Bailarina e historiadora de la danza

Jesús Martín Martínez, nacido en Zaragoza en 1973, comienza sus estudios musicales en 1988. En poco tiempo consigue grandes progresos con el violín de la mano de don Pedro Gimeno, Catedrático de violín del Conservatorio Superior de Música de Zaragoza. En 1998 obtiene el título Profesional de Violín. Posteriormente se interesa por la interpretación histórica y asiste a los cursos de violín barroco organizados por la Universidad de Salamanca, en los que imparten clases los más prestigiosos violinistas de esta especialidad a nivel mundial. Se inicia en la luthería en 2000 en el taller del Maestro Ortega, alumno de G.B.Morassi. Desarrolló este trabajo desde 2001, especializándose exclusivamente en la reparación y restauración de violines y violas. Ha impartido clases de violín y música de cámara en diferentes escuelas y academias de música de la ciudad de Zaragoza. Fruto de esta labor escribió dos libros: «Iniciación al violín. Libro de ejercicios», editado por AP Música (2008), y «Martin Violin School» (2010).

Sobre el escenario ha estado al frente de grupos de interpretación histórica, donde la música del siglo XVII era la principal protagonista. Su actividad concertística se ha desarrollado por todo el territorio aragonés; ha actuado en Zaragoza, Alfajarín, Illueca, Caspe, Jaraba, Monasterio de Veruela, Saravillo, Lamata, Longares, etc. Creador, como intérprete de violín barroco, de dos proyectos activos de difusión de la música y poesía de los siglos XVII y XVIII: Viaggio da Venezia a Amsterdam y Alday. Al cargo de la programación de eventos culturales en Villanueva de Huerva (Zaragoza), ha creado para su ayuntamiento el Festival de Música Antigua, del que es director artístico.

Desde hace años, su labor de investigación se centra en la vida y obra de una familia de violinistas de origen menorquín en los siglos XVIII-XIX: los Alday, sobre los que ya ha publicado algunos artículos y el libro «François Alday, Su método de violín» (AP Música, 2010). En su página web personal https://aldayviolin.wordpress.com/ va publicando por capítulos todos los avances de su investigación.